Malasaña se viste de lana y color
Los vecinos del barrio madrileño decoran la Plaza del 2 de mayo con sus propias confecciones. La gran fiesta de Tejiendo Malasaña tendrá lugar el sábado 11
Aunque parece que la primavera ha llegado por fin para quedarse, la
castiza Plaza del 2 de Mayo se abriga con tejidos de lana. Por si acaso
vuelve el frío, y, sobre todo, para vestirse de colores en un proyecto
colaborativo surgido entre los vecinos del barrio. Es la iniciativa Tejiendo Malasaña, una idea que en pocas semanas ha conseguido aunar a colectivos, comercios y ciudadanos y que tendrá su fiesta final el sábado 11 de mayo.
Para participar, solamente hay que tejer cuadrados a punto o ganchillo,
de 20 centímetros de lado. Y esa es la única norma, porque los colores,
los materiales y los estilos son libres, con la intención de que el
resultado sea una mezcla creativa sin orden ni concierto. El día 6 de
mayo era la fecha límite para entregar los cuadrados tejidos en las
tiendas que colaboran con el proyecto.
Ahora, los encargados de la unión de cuadrados en largas tiras están
trabajando duro para que el día 11 todo esté listo para el montaje. Ese
día, las largas tiras de lana se enroscarán como serpientes en los
árboles de la Plaza del 2 de Mayo, dando al lugar un aire divertido, original y único.
La instalación permanecerá en la plaza unos días; después, los
cuadrados se retirarán y se volverán a unir en mantas, que serán donadas
a dos proyectos solidarios: Tejido social, una iniciativa para tejer mantas que abriguen a las personas que no tienen hogar y que duermen en la calle, y Entre agujas y patitas,
un proyecto que quiere donar mantas a las sociedades protectoras de
animales que las necesiten a partir de lanas reutilizadas o viejas.
Tejiendo Malasaña es por tanto un plan de participación colectiva, creativa y con un fin solidario. La combinación perfecta para que prenda en las redes sociales y se extienda con la rapidez de la pólvora, y así ha sido.
La idea fue de Natalia Oliveras, residente en Malasaña, que desde hace tiempo participa en el banco de tiempo dell barrio
enseñando a tejer a quien se lo pide. Este banco de tiempo se organiza
desde la Plataforma Maravillas, una asociación de vecinos que impulsa
actividades "para recuperar el barrio, tejer redes de apoyo mutuo e
implicar a los vecinos en su autogestión", explica Natalia. Su lema lo
dice todo: Haciendo barrio.
Cuando a ella se le ocurrió organizar Tejiendo Malasaña, hace apenas un mes, su plan era implicar a las tiendas del barrio
que venden material para hacer labores. También quería incluir a las
residencias y centros de día de ancianos, con la idea de que las
personas mayores que quisiesen pusiesen sus manos y su talento a
colaborar. Una forma de hacerles sentir incluidos y útiles.
Para centralizar la información, creó una página en Facebook, que de
pronto se empezó a compartir y alcanzó una dimensión inesperada: las
chicas de Lana Connection,
veteranas en Madrid de las acciones de yarnbombing; grupos de
estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
Complutense; la Fundación IAIA, que ofrece terapia ocupacional para la tercera edad; el Club HandMade,
un grupo femenino para fomentar la creatividad y los trabajos
manuales... Todos estos colectivos se han ido implicando en una
iniciativa que pretendía ser exclusivamente vecinal.
Sin embargo, de la repercusión digital a los resultados tangibles hay un trecho, y cuál será la participación real
es aún una incógnita. "Somos conscientes de que el evento ha tenido
mucha difusión, pero todavía no sabemos el alcance real que va a tener",
reconoce Natalia.
El resultado provisional se puede ver en las tiendas del barrio que
están recogiendo ya el trabajo de muchas manos tejedoras. Ana, de La oveja escocesa,
ha recibido cuadrados tejidos enviados desde distintos puntos de la
Comunidad de Madrid, y alguno ha llegado también desde Galicia. En uno
de ellos se pueden ver las irregularidades propias de los tejedores
principiantes. En La guerra de los botones,
Mara es muy optimista cuando habla sobre el resultado final que se verá
el día 11. Han recibido muchas participaciones, y esperan que algunos
rezagados sigan llevando sus cuadrados tejidos esta semana.
Hasta el mismo sábado 11 se esperan seguir recibiendo aportaciones,
ya que mucha gente se ha animado a decorar la Plaza del 2 de Mayo con
sus propias manos cuando ha conocido la iniciativa. Es una forma de recuperar el centro de Madrid
para los madrileños. Si esa mañana no tiene un plan mejor, acérquese a
participar de una fiesta de los vecinos y para los vecinos.
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