HISTORIA DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL (ASC)

El término ASC es bastante reciente y empleado por primera vez en 1950 en Austria. El término se utiliza como la “caja de pandora” donde todo cabe y en donde nada concreto podemos encontrar. La confusión entre lo que son acciones culturales, trabajo social, política cultural y animación propiamente dicha, es evidente para todos los que trabajamos en ella.

Actividades paternalistas y acciones culturales ancladas en el pasado, se refugian bajo la palabra “animación”, siendo este término utilizado con el fin de darle un carácter de modernidad y progresismo.

La animación tiene una corta historia como método de intervención, pero también es verdad que existe desde siempre como dinámica social y cultural de los colectivos. El hombre como ser social ha sentido la necesidad de agruparse y organizarse a través de sus ritos, fiestas y tareas comunes.

La actividad social y cultural, en general en todos los tiempos se ha intentado canalizar, y así en épocas de los romanos se utilizaba una frase que así lo indicaba: “Al pueblo pan y circo”, utilizando una actividad lúdica para mantener al colectivo entretenido y canalizar unas energías grupales que podían crear problemas sociales en su sistema de desigualdad insostenible.

La gestación del término ASC fue lenta y se producía de todo simultáneo, aunque son procesos diferenciados, en varios países europeos (Francia, Bélgica, Italia) y en EE.UU.

En Europa desde la 2º Guerra Mundial, surge la necesidad de dinamizar al colectivo y de reconstruir las relaciones interindividuales y grupales (tejido social). El concepto de ASC surge pues como un principio ideológico en el que se encuentra la idea de “democracia cultural”, la necesidad de que cada individuo y cada grupo viva y construya su propia cultura a través de la participación directa. Esta se plantea para atenuar determinadas carencias sociales y culturales, aminorar el malestar generado en situaciones de subdesarrollo y paliar el vacío cultural.

Según Ander-EGG (1982), el auge de la ASC es un signo del cambio producido en nuestra sociedad y en este sentido la animación y la democracia pueden tener una cierta relación de paralelismo. Los años 60 son definitivos para la consolidación de la ASC, esta década con su revolución cultural e ideológica sirve de perfecto marco para la aparición de la animación como método de intervención social. Los factores políticos, sociales, educativos y culturales que conmocionan a la vieja Europa favorecen el desarrollo de la ASC.

Francia es la nación donde comienza a desarrollarse la animación de modo institucional. En su origen aparece en los medios urbanos, a causa de la toma de conciencia de los problemas de la ciudad (consumo, aislamiento, marginación…). En el medio rural aparecen más tarde y con otro carácter que incide más en los problemas laborales, de organización o de tipo económico.