El proyecto de
“Ciudades Educadoras” nace en el Ayuntamiento de Barcelona hacia 1990,
impulsado por Marta Mata, entonces concejala de Educación de la ciudad. Tras un
primer congreso en el que se explora la idea y se delimitan algunos de los ejes
de lo que ésta podría representar, Ciudades Educadoras se constituye como una
asociación internacional formada por ayuntamientos que se adhieren a una carta
fundacional y que toman formalmente el compromiso de trabajar para desarrollar
el carácter educador de su ciudad.
Desde entonces, la
asociación (AICE), ha hecho mucho camino. En el 2007 participan en ella unas
300 ciudades de todos los continentes, con predominio de Europa y América
Latina. Cada dos años se celebra un congreso para intercambiar experiencias y
reflexionar sobre los avances, las metodologías y los proyectos de las diversas
ciudades que han manifestado su voluntad de ser educadoras.
Desde el punto de vista
formal, no hay otro requisito que la adhesión a la Carta, que fue revisada y
ampliada en el año 2004. No existe una obligación relativa de utilizar
determinadas metodologías o acciones. Se produce, por tanto, una gran libertad
para las ciudades adherentes, que trabajan cada una a su ritmo y con sus
posibilidades y dificultades propias. Como era previsible, una asociación
internacional de ciudades pertenecientes a cinco continentes, en la que se
utiliza el término “Ciudad” sin ningún tipo de limitación numérica, -es decir,
todos los ayuntamientos, de cualquier tamaño de población, pueden pertenecer a
la AICE- contempla un número inmenso de situaciones diversas, que no pueden
ajustarse a respuestas tipificadas ni intercambiables. Habiendo sido presidenta
delegada por el alcalde de Barcelona durante siete años, he podido seguir la
evolución de la AICE y darme cuenta de lo que podríamos llamar “puntos fuertes”
y “puntos débiles”. A mi modo de ver, el proyecto de ciudades educadoras está
cargado de futuro, porque corresponde a una serie de necesidades que plantean
nuestras sociedades y permite aportar soluciones a muchos de los problemas que
tenemos por delante. Al mismo tiempo, sin embargo, existen dificultades que
tienen que ser señaladas y encaradas con claridad, para evitar que se diluya
una magnífica idea y un primer esfuerzo ya realizado en todos estos años y que
ha dado como resultado la constitución de la propia asociación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario