Se han hecho muchas clasificaciones del animador sociocultural, dependiendo del punto de vista del autor o dependiendo de la clasificación que se quiera hacer. Dentro de todas, la clasificación según el status complementa y se ajusta con los tres agentes que formaban el triángulo contractual de la animación:
- Animador natural: Es el líder por naturaleza. Se va a caracterizar por su carisma personal, su empatía, su espontaneidad y su fuerza, repercutiendo en el grupo de manera positiva y reflejado en confianza y aceptación.
- Animador voluntario: Se va a caracterizar principalmente por su carácter voluntario y altruista; ya que su actuación es vocacional y porque tiene valores éticos. Va a tener ciertas características similares al animador natural. Se destacarían su implicación y concienciación.
- Animador profesional: Es el técnico de animación que claramente tiene su título oficial. Se va a caracterizar porque su trabajo esta regulado por un contrato y por realizar un trabajo profesional que esta remunerado y claramente va a tener una responsabilidad añadida, es decir, que el animador sociocultural al tener un sueldo esto le origina un compromiso profesional. Esto último va a ser principalmente lo que le diferencie de los otros dos.
- Animador natural: Es el líder por naturaleza. Se va a caracterizar por su carisma personal, su empatía, su espontaneidad y su fuerza, repercutiendo en el grupo de manera positiva y reflejado en confianza y aceptación.
- Animador voluntario: Se va a caracterizar principalmente por su carácter voluntario y altruista; ya que su actuación es vocacional y porque tiene valores éticos. Va a tener ciertas características similares al animador natural. Se destacarían su implicación y concienciación.
- Animador profesional: Es el técnico de animación que claramente tiene su título oficial. Se va a caracterizar porque su trabajo esta regulado por un contrato y por realizar un trabajo profesional que esta remunerado y claramente va a tener una responsabilidad añadida, es decir, que el animador sociocultural al tener un sueldo esto le origina un compromiso profesional. Esto último va a ser principalmente lo que le diferencie de los otros dos.
- Desventajas, riesgos o peligros:
- Animador natural: La jerarquización que se puede llegar a crear y el problema que puede suponer la improvisación; y en definitiva la repercusión que todo esto puede tener en el grupo.
- Animador voluntario: Se puede llegar a conseguir todo lo contrario de lo que se pretende y esto sucede cuando no se llega a alcanzar la verdadera meta de la animación que es conseguir la autonomía y la maduración del grupo en cuestión.
- Animador profesional: La burocratización y la tecnocratización son dos factores que pueden llegar a darse y pueden convertirse en un resultado frío y alejado de la realidad cotidiana.
- Animador natural: La jerarquización que se puede llegar a crear y el problema que puede suponer la improvisación; y en definitiva la repercusión que todo esto puede tener en el grupo.
- Animador voluntario: Se puede llegar a conseguir todo lo contrario de lo que se pretende y esto sucede cuando no se llega a alcanzar la verdadera meta de la animación que es conseguir la autonomía y la maduración del grupo en cuestión.
- Animador profesional: La burocratización y la tecnocratización son dos factores que pueden llegar a darse y pueden convertirse en un resultado frío y alejado de la realidad cotidiana.
Hay que resaltar que el Animador Sociocultural lo que pretende en definitiva es conseguir un cambio social. Los distintos tipos o clasificaciones de animadores surgen por una necesidad de justificación de la propia función del animador. Existen varios tipos de animadores, cada animador realiza su quehacer conforme a su temperamento: algunos son los autoritarios, otros los democráticos y otros los que dejan hacer.
Lo cierto es que a ningún animador se le puede encasillar a priori y para siempre en uno de esos tipos. Lo importante es que cada animador conozca cuales son sus tendencias y, en caso necesario, trata de corregirlas.
En un proyecto de animación que se pretenda el crecimiento y desarrollo de las personas y los grupos, sólo una animación democrática es válida aunque, a corto plazo, no parezca ser siempre la más eficaz. Un proyecto de animación sociocultural, guiado por un animador democrático, será un proyecto de animación democrática.
Características que debe poseer el animador para ser democrático:
- Debe prever ciertas cosas de antemano, y discutir de ello con el grupo para introducir mejoras o cambios, según los deseos que se manifiesten.
- Debe pedir al grupo que formule sus objetivos. El grupo es el que decide. Una vez hecha la elección, mantiene enérgicamente al grupo en el objetivo que se ha marcado.
- Debe proponer un abanico de procedimientos y actividades posibles, y solicitar otras al grupo. Realizada la elección por todos la mantiene suave pero enérgicamente.
- Debe favorecer diversos cauces de comunicación: del animador a los miembros del grupo, de los miembros entre sí, y viceversa; tras un comienzo, que ha podido parecer lento, se crea un clima distendido de confianza y amistad, fuente de auténtica eficacia.
- El reparto de tareas se hace en común. Todos toman iniciativas y tienen responsabilidades.
- El animador concede a la evaluación gran importancia, y escoge con el grupo los mecanismos más idóneos para realizarla. No la teme, porque aun en el caso de que sus actitudes sean evaluadas negativamente, ve en ello una ocasión de perfeccionarse.
Lo cierto es que a ningún animador se le puede encasillar a priori y para siempre en uno de esos tipos. Lo importante es que cada animador conozca cuales son sus tendencias y, en caso necesario, trata de corregirlas.
En un proyecto de animación que se pretenda el crecimiento y desarrollo de las personas y los grupos, sólo una animación democrática es válida aunque, a corto plazo, no parezca ser siempre la más eficaz. Un proyecto de animación sociocultural, guiado por un animador democrático, será un proyecto de animación democrática.
Características que debe poseer el animador para ser democrático:
- Debe prever ciertas cosas de antemano, y discutir de ello con el grupo para introducir mejoras o cambios, según los deseos que se manifiesten.
- Debe pedir al grupo que formule sus objetivos. El grupo es el que decide. Una vez hecha la elección, mantiene enérgicamente al grupo en el objetivo que se ha marcado.
- Debe proponer un abanico de procedimientos y actividades posibles, y solicitar otras al grupo. Realizada la elección por todos la mantiene suave pero enérgicamente.
- Debe favorecer diversos cauces de comunicación: del animador a los miembros del grupo, de los miembros entre sí, y viceversa; tras un comienzo, que ha podido parecer lento, se crea un clima distendido de confianza y amistad, fuente de auténtica eficacia.
- El reparto de tareas se hace en común. Todos toman iniciativas y tienen responsabilidades.
- El animador concede a la evaluación gran importancia, y escoge con el grupo los mecanismos más idóneos para realizarla. No la teme, porque aun en el caso de que sus actitudes sean evaluadas negativamente, ve en ello una ocasión de perfeccionarse.
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