¿Dónde
están los niños?
La calle como recurso educativo
¿Dónde
están los niños?, los niños están
recluidos en espacios cerrados buscando sus talentos. Los niños de hoy, son
niños multitarea: clases de inglés, piano, hacer los deberes, práctica de algún
deporte… Lo que no quiere decir que ocupar el tiempo de un niño en estas
actividades sea negativo, sino que con ello les estamos privando de elementos
clave de su desarrollo, como por ejemplo la espontaneidad. Pues gran parte de
las actividades de un niño, especialmente durante el período escolar, son de
carácter organizado, privándoles de los encuentros y juegos casuales que se
producen en un contexto de encuentro como el que tienen lugar en la calle.
Esta
tendencia a la reclusión en entornos controlados también se producen en la
propia calle, por ejemplo llevando a los niños a lugares protegidos como los parques
de nuestras ciudades en donde se les ofrecen entornos de juego limitados, todos
iguales, indistintamente de la ciudad en la que nos encontremos, y con una
tendencia a producirse bajo un estado de vigilancia y alerta por parte de los
adultos. Esto hace que el niño adquiera miedo a la desenvolverse en la calle,
miedo a relacionarse con personas desconocidas, y por lo tanto un desconocimiento
profundo de su entorno y de las posibilidades de encuentro que en él existen.
Hace
unos años esto no pasa, las calles y barrios estaban llenos de niños jugando,
unos con otros, y la calle no estaban ni tan controlada, ni tan seguras como lo
está hoy en día. Otro de los factores a los que se puede atribuir a esta causa
(que los niños no jueguen en la calle), es debido al control social que tienen
las nuevas tecnologías (TIC), en nuestra sociedad. Los niños han a prendido a
ocupar su tiempo de ocio con el móvil, ordenador, e internet. No decimos que
las nuevas tecnologías, y aprender el lenguaje que esto conlleva sea malo, ya
que hoy en día todo está influido por esto y es una forma más de aprender a vivir
en nuestro entorno, pero no la educación que se da en la calle, en la interacción
con el entorno, con otros niños, no se da a través de las TIC.
Por ello, aprovechar la calle como recurso
educativo es un valor que habla del desarrollo de una sociedad. Si recluimos a los
niños a espacios protegidos, donde la vigilancia de los adultos está siempre
presente: ya sea tareas extraescolares o recurrir al centro comercial como
recurso para el ocio presenta un gran inconveniente. Pues cuando el niño sea adolescente
y los padres tengan que renegociar las normas y pautas de comportamiento, tras
una infancia hipercontrolada y regulada, que han tenido comenzarán a surgir
conflictos a consecuencia de no haber facilitado la autonomía y la capacidad de
adaptación a situaciones variables que demandarán en él una muestra de su
independencia y capacidad de decisión, por ejemplo.
Para concluir os dejamos esta palabras de Joaquín Sabina donde se aprecia el valor que tiene la calle, esperamos que os hagan pensar:
"La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión"
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